sábado, 9 de mayo de 2015

La Torre de Babel

 LLegaron a Puerto Nariño, arrendaron una casa, se acomodaron alli.  Fueron a la escuela, era un sólo salón.  La profesora les habló sobre la torre de Babel, según la historia en la biblia.  En Puerto Nariño parecía la Torre de Bable porque los habitantes del río hablaban muchas lenguas, aprendieron palabritas de una y otra lengua, les parecía divertido.

El viaje de regreso

 Los padres planeaban el futuro de los niños, hablaban de irse a vivir a Leticia o a Puerto Nariño, finalmente ganó la madre que decía irse a vivir a Puerto Nariño.  Se fueron en la cano de catagua.  Allá hay escuelas donde aprenderían muchas cosas. La mamá les enseñó la lengua en Tupi-guaraní, otras en Ticuna y en Ingano, les parecía divertido.  El papá les enseñó a manejar la canoa, pescar y algunos secretos de superviviencia.  Viajaban por el río y como pronto oscurecería tenían que encontrar un sitio para hacer un cambuche, acercó la canoa a la orilla y la amarró a un árbol de lluvia, estos son sagrados en el Amazonas, hicieron un regió con alguan ramas y un plástico, cabían sentados pero estaban calientes y seguros.  Comentaban sobre los significados de los nombres y de donde salieron.  Mayam significaba manantial, Wayra mariposa amiga del viento, Nashi que era un hombre aventurero venido de muy lejos, Antonio por recuerdo de un escritor francés. Se quedaron dormidos ya que había sido largo y hermoso el día.

La Mariposa Perfecta



Mayam tenía muchos recuerdos de pequeño.  Navegaron por el rio en una canoa de catagua por muchas generaciones los habitantes de las orillas han navegado por el rio en estas canoas porque son fuertes y seguras.  Iban en el barco contemplando todo el paisaje, volaban mariposas, garzas blancas, saltaban delfines rosados y ranas, en las orillas había iguanas, tortugas y caimanes que dormían en la orilla,  estaba hechizada viendo tantos animales.  De pronto llovió  se cubrieron en la cabina y siguió admirando el paisaje, escampó  y volvió a la proa y vio una mariposa, observo los colores en sus alas de tono rojo y amarillo que parecían un abanico, le recordaba un traje de fantasía, quería llevársela para admirarla de vez en cuando.  De pronto mi padre voltio la embarcación  para evitar chocarse con un enorme árbol y la mariposa emprendió su vuelo, perdí la criatura perfecta y me llene de tristeza, mi padre me dijo, no llores, la mariposa se ha ido porque quiere contarle a toda esa inmensa selva tu belleza.

El Taparí


 

Una familia se iban de viaje a una isla en el amazonas durante seis meses. Se iban a vivir alli con cinco familias, entre parientes y amigos, sembrarían arroz por una cosecha y repartirían las ganancias por igual. Horas más tarde llegaron a una isla, alli, había una caseta en ruinas y dejaron sus cosas alli.  Se reunieron todos y construyeron la primerva vivienda.  Todos estaban cansados y pasaron la nocha en la primera casa que construyeron.  Al dia siguiente continuaron con la construcción de la casa, otros se dedicaban a pescar, recoger plátanos y las mujeres preparaban la comida.  Cuando ya estaban listas todas las viviendas que habían hecho en equipo, empezaron a sortear las viviendas y Mayam dijo que sacaría la balota de la familia, metió la mano y por suerte saco la que querían, la que esta cerca a la playa.  Empezaron a pintar y a decorarla,  la casa estaba construida sobre pilotes de madera, esas construcciones se llamaban Taparís. Su padre le enseñó hacer una canoa con un tronco que estaba en tierra firme, les tomó tres meses en hacer.
Todos estaban pendientes del cultivo del arroz que aparecería sobre el agua como una malla verde.  Como no había escuela tenían mucho tiempo para jugar, pescar, trabajar la palma y hacer escultura de madera. La mamá era la profesora, les enseñaba leer, escribir, matemáticas y ciencias, hizo grandes amigos.   Sus padres pasaban todo el tiempo juntos ocupados en los cultivos, en las noches se sentaban alrededor de una fogata, cantaban, bailaban y escuchaban divertidas historias.

Llegó octubre el agua estaba subiendo, ya habían recogido la cosecha y la vendieron a los barcos.  Estaban felices porque tenían el dinero de la cosecha.  Se iban de Taparí, sintió tristeza porque allí habían viviendo muchas experiencias maravillosas, se tenían que ir porque la isla en pocos días se inundaría por el río y volvería a salir seis meses más tarde.   Partieron todos de la isla para encontrar nuevos horizontes y nuevas aventuras.