Al tercer día ya conocíamos el poblado, una tarde mi abuelo se sentía triste porque la abuela llevaba dos días con fuertes dolores que ni las hierbas no le servían, y además se golpeo un brazo al querer pararse sola. Fueron a llamar al chaman, era un anciano y lo llamaban Taita Lorenzo, tenía muchos conjuros, vio a la abuela le tomo la mano, la miró a los ojos y todo el cuerpo. A los niños nos hicieron salir, después de un rato el Taita salió pensativo. Le curo el brazo y le dio un frasquito con un liquido que parecía sangre. Pero el mal del vientre está algo avanzado, el abuelo lo miro con absoluta confianza pues el chaman había curado a muchos conocidos.
Es la historia de dos hermanos gemelos que viven en la orilla del Amazonas con sus padres. Dejan su casa y se van a una pequeña isla y descubren los secretos de la selva.
miércoles, 27 de mayo de 2015
La enfermedad de la Abuela
Al tercer día ya conocíamos el poblado, una tarde mi abuelo se sentía triste porque la abuela llevaba dos días con fuertes dolores que ni las hierbas no le servían, y además se golpeo un brazo al querer pararse sola. Fueron a llamar al chaman, era un anciano y lo llamaban Taita Lorenzo, tenía muchos conjuros, vio a la abuela le tomo la mano, la miró a los ojos y todo el cuerpo. A los niños nos hicieron salir, después de un rato el Taita salió pensativo. Le curo el brazo y le dio un frasquito con un liquido que parecía sangre. Pero el mal del vientre está algo avanzado, el abuelo lo miro con absoluta confianza pues el chaman había curado a muchos conocidos.
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